VESTIDO SUELTO
Apenas nos imaginamos una dama del siglos XVIII, ya la
vestimos con pesados vestidos, amplios, anchos e incómodos, aunque también
hermosos. Estos vestidos, los miriñaques o panniers, fueron variando con el
tiempo (aunque la comodidad dudo que haya variado!) y fueron presentando
notables diferencias. He aquí una descripción breve de cada uno de los cambios
a través del siglo XVIII.
El estilo suelto
VESTIDO CON CORSET ATADO
Muchas pinturas del siglo XVIII muestran los vestidos de las
mujeres con caída libre, con la parte de atrás plisada y suelta. Esta
innovación se dio en 1705 y se llamó Saco Francés (sac, saque o contouche).
También se suelen llamar equivocadamente vestido Watteau dado que el artista
Watteau hizo varios cuadros con mujeres vistiendo estos vestidos.
Este vestido fue una variación del usado en el siglo XVII y
estuvo de moda hasta 1730.
Debajo de los miriñaques se empezaban a vestir los bien
trabajados corsé, hechos de hueso de ballena. Los mismos eran hechos a mano y
eran muy decorativos, al estar hechos de la misma delicada tela que el resto
del vestido, haciendo juego. El mismo contenía y aumentaba el busto y afinaba
la silueta en la parte de la panza y la cintura. Además, hacía que las mujeres
tuvieran una postura recta, alineando la espalda y tirando los hombros hacia
atrás.
VESTIDO A LA FRANCAISE
Después de 1720, el estilo suelto se convirtió en vestido à
la Française. El plisado de la parte trasera del vestido fue variando. Pero a
medida que el siglo transcurría, los frunces fueron aumentando en proporción al
ancho de la pollera. Además, el corsé empezaba a cobrar forma de V, con moños
para decorarlo (muy rococó). Algunas joyas de poco tamaño también se usaban
para decorar este estilo.
Con respecto a las mangas, solían ser acampanadas,
generalmente llegando hasta los codos. La terminación poseía puntillas o
algunos adornos. Estos detalles de las mangas ibas a hacerse más sobrios
conforme pasaba el tiempo. Es decir, más adelante, las mangas iban a ser más
finas y menos llamativas, aunque las decoraciones persistieran. (Imagen:
Detalle de dos primas, de Watteau).
Los vestidos con paneles aparecieron por primera
vez en Inglaterra en 1709 y en Paris en 1718/19. Como sabemos, de este estilo
hubo muchas variaciones con el tiempo. Básicamente, empezaron como enaguas de
tela dura y pesada, niveladas por tres o cuatro filas de hueso de ballena que
soportaban y moldeaban. Luego, una pollera se ponía por encima, la cual era
hermosamente decorada, bordada y acolchada.
VESTIDO EL POLONAISE O POLONESA
Un importante cambio ocurrió en 1772 cuando la sobrefalda se
frunció hacia arriba a través de cordones ubicados de manera que no se vieran
produciendo el efecto "arremangado". Tuvo su origen en los rústicos
trajes usados por las campesinas para sus faenas diarias con el ganado, por
este motivo algunas veces se le llamaba "lechera". El arremangado de
la pollera permitía que hagan mejor su trabajo. Este efecto dejaba ver las
enaguas debajo de la sobrefalda. (Dibujo de María Antonieta con vestido a la
Polonesa.